Hace pocos días, nos despertábamos con la noticia de que, el actor Luis Lorenzo, conocido por su papel reciente en la serie «La que se avecina», se encuentra involucrado en una investigación por la muerte de la tía de su mujer. El titular del periódico El confidencial habla de que el actor ha sido acusado de asesinato.
Dejando de lado que el periódico debería salvaguardar la presunción de inocencia del señor Luis Lorenzo, hablando siempre de «presunto», nos gustaría remarcar aquí la diferencia entre homicidio y asesinato, pues, en otro periódico que también se hace eco de la noticia, Noticias de Navarra, abren su titular con la investigación que conduce a homicidio.
Ambos medios de comunicación deberían saber que no es lo mismo un acto que otro. Si bien los dos consisten en acabar con la vida de otra persona, se trata de figuras jurídicas distintas y se castigan con penas diferentes. Mientras que en el homicidio se está privando de la vida a una persona, en el asesinato, para considerarse como tal, deben concurrir una serie de requisitos como la alevosía (quien mata se asegura que la víctima está indefensa); o el ensañamiento (quien comete el acto causa un dolor inhumano en la víctima); o un precio (se recibe una contraprestación económica por cometer el acto).
Por esta razón, los medios de comunicación deben asegurarse antes de escribir sus textos de cual de los dos cargos se le está imputando a este actor, pues las consecuencias punitivas no son iguales en ambos casos.