La sucesión del reino de Redonda: exclusivas, ética periodística y otros problemas

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El 24 de septiembre de 2023, unos días después del primer aniversario de la muerte de Javier Marías, se publicó una información referida a la sucesión del reino del que era soberano, el de Redonda. Dos periodistas daban cuenta de la continuidad de la monarquía en la figura de Juan Gabriel Vásquez, el escritor colombiano, duque de Ruinas de ese reino tras haber sido hecho parte de la nobleza del mismo por Xavier I, como se titulaba el escritor Javier Marías.

Pocos días tras la aparición de la noticia, el propio Vásquez desmintió en El País que él fuera a suceder a Marías y dijo que, si era una información bien intencionada y referida a algunos comentarios que había hecho el soberano madrileño, era falsa. También explicaba que era cierto que habían contactado con él pero que había insistido en que no se publicase, por faltar a la verdad. Pues él, de ningún modo, era el sucesor, al menos no había sido establecido como tal por la única persona que podía hacerlo: el propio Javier Marías.

¿Qué llevó a publicar una información en la que el principal interesado había negado la veracidad? Se trata de un caso sobre el que reflexionar en un proyecto como el verificador del PID ALFA pues es probable que dos factores contribuyeran a la difusión de la información. Por un lado, uno problemático en lo referido a la ética periodística: dar una exclusiva. Ciertamente los propios autores del texto se refieren a el entorno cercano de Marías lo confirmaba. Sin embargo, cuatro días después, añaden en el texto un paréntesis referido a la réplica de él en El País diciendo que fue informado de la publicación y él ya la desmintió. Y dicen que efectivamente así fue. Desde ese punto de vista, no resulta legítimo que la noticia se hubiera publicado. Sin embargo, por otra parte, ¿es el desmentido del protagonista, automáticamente, algo que hace una noticia falsa? A veces hay intereses, o prudencias, que hacen que se nieguen informaciones, por tempranas, por dudosas, por poco claras… El propio Vázques confirma en su aclaración sobre la sucesión que efectivamente el tema se había tratado y los periodistas de ABC nos informan que otra persona, Julia Navarro en La Tribuna de Ciudad Real (13 de septiembre de 2023) ya había lanzado la información sobre la sucesión. También que una de los dos periodistas de ABC habían preguntado a Marías, tiempo atrás, sobre el tema, de modo que también aludían a una exclusiva propia. ¿Es legítima entonces la edición de la información? Parece evidente que, en este caso, no hay mala fe y que hay unas fuentes contrastadas (aunque no se puede obviar la negación del protagonista) pero también resulta claro que en exclusivas periodísticas a veces los límites de la deontología profesional se vuelven brumosos. ¿Hasta cuándo se puede esperar para publicar una noticia? ¿Solo se puede, entonces, dar información oficial?

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